Cacería de Patos
La del ser, no la del hombre
para con el otro,
Soledad que arrecia el caserío.
Páramo del desconsuelo,
Irrumpe en el paraíso de la verde producción…
Transcurre la vida,
Por la inercia de lo que nos tocó…
¿Dónde está Juan?… ¿De qué patos me hablás?…
Ya no hay patos pa’ la cacerola… No
le hablo de patos, le hablo de Juan.
¿De qué patos me hablas?… ¿Dónde
está Juan?
Patos hay en la laguna… ¡Y
seguirán en la laguna!
Vieja casa de adobe y silla de mimbre.
Atrás queda el viejo.
Sin premura y con seguridad de su camino,
Avanza Jeremías hacia las lagunas.
Ruido de piedras pateadas…
Mirada en el piso y pies que no se detienen.
Irrumpe en la obligada tranquilidad
Pesados mis parpados. Camino en imágenes difusas alrededor de
gigantes verdes y pequeños ocres negruzcos a mis pies.
No puedo dejar de pensar en lo inevitable de las cosas, y la
muerte que se disfraza de tarde… ilusos en pensar, crédulos de historias
fáciles que no lo ven… la muerte nos envuelve, nos retiene y nos cambia… con
cada parpadeo, un pensamiento… y la
muerte, siempre presente, nos obliga a cambiar…
La leve pendiente del camino,
Impone el ritmo hasta llegar.
Postal de resignación…
Y con el mismo silencio…
Retrocede el totoral,
Ante su seguridad…
¿No pensás hacer nada?… ¿Respecto a qué?
Lo de siempre, los patos…No, no pienso hacer nada.
Estruendo…
ruptura abriéndose paso.
Con el
sucumbir del disparo,
Sobrevive
el silencio…
Como
los patos…
No son
los mismos de antes.
Resisten…
Solo veo cadáveres que caen, imagen repetida de estas
horas. Perros que nadan y traen la presa… irónico final para el que resiste, un
último suspiro en las fauces del que sin pensar, obedece… Juan, el rifle y yo… estáticos…
imagen repetida de estas horas.
La
muerte, lo impuesto.
Escapan
sin escapar,
Resisten…
Resisten
su condición,
No
abandonan su lugar, a los suyos…
Resisten…
Mis bolsillos llenos de pensamientos, por no matar a los
que resisten, por no acabar con los que quieren ser… por los que resisten aún
no sabiendo el porqué…
Bolsillos llenos de pensamientos que no harán más vacías
las cacerolas…
Bolsillos llenos de pensamientos, prestos a ser
disparados por años de sometimientos y cacerolas vacías…
¿Pensás
hacer algo?… Escapar
Qué placentero leerlos. Me encantó. Guardo algunos tramos de sus palabras.
ResponderEliminarGracias por apoyar Daro. Este es un espacio abierto para publicar. Abrazo.
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